¿Qué es la neumonía?
Aunque comúnmente la conocemos como pulmonía, los médicos se refieren a esta enfermedad como neumonía.
La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos aéreos se pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Diversos microrganismos, como bacterias, virus y hongos, pueden provocar neumonía.
La neumonía puede variar en gravedad desde suave a potencialmente mortal. Es más grave en bebés y niños pequeños, personas mayores a 65 años, y personas con problemas de salud o sistemas inmunitarios debilitados.
La neumonía en el anciano (NEA) es una enfermedad que va en aumento y que genera una importante morbimortalidad, con frecuentes ingresos hospitalarios y costes sanitarios.
El 85 % de los fallecimientos por neumonía y gripe ocurren en la tercera edad. De hecho, los que tienen más de 65 años, representan la población más alta en tasas de hospitalización.
Síntomas de la neumonía
La sintomatología típica de la neumonía es la siguiente:
- ESCALOFRÍOS: el paciente empieza normalmente con un fuerte escalofrío que se sigue de una importante elevación de la temperatura.+
- TOS: Habrá tos con una expectoración que se denomina herrumbrosa (por su parecido con el hierro oxidado), ya que suele ir teñida de sangre.
- DIFICULTAD PARA RESPIRAR: Es característico también el dolor en el costado que aumenta con la respiración y con la tos, y que puede producir por sí mismo una sensación de ahogo, que se suma a la que produce, en ocasiones, la consolidación.
- NÁUSEAS Y VÓMITOS.
¿Si no te abrigas puedes coger una pulmonía?
¿Tiene alguna relación el frío con las neumonías o se trata de uno de tantos mitos? El frío se relaciona con las neumonías y también con todas las infecciones respiratorias. De hecho se producen más infecciones respiratorias en invierno que en verano. La explicación podría estar en que el frío paraliza la acción de limpieza de los cilios de la mucosa respiratoria. Estos cilios son como un cepillo que tapiza los bronquios y que va arrastrando hacia el exterior todos los cuerpos extraños (entre los que se incluyen gérmenes patógenos) que penetran en el árbol respiratorio. Otros factores que paralizan estos cilios son el tabaco, el alcohol y las propias infecciones respiratorias de tipo vírico como la gripe.
Consejos para evitar la neumonía
ATENCIÓN CON LOS SÍNTOMAS: Debes estar alerta y más si tu familiar presenta problemas mentales, puesto a que no podrían comunicarlo con precisión. A demás, tienes que estar muy alerta para detectar los síntomas, sobre todo si ya padece de otras enfermedades. Dado que la gripe puede causar neumonía, es aconsejable vacunarse cada año contra ella.
CUIDAR LA HIGIENE: Los hábitos de higiene son más que imprescindibles. Si nos lavamos las manos con regularidad podemos prevenir la propagación de bacterias patógenas. Hay otros tipos de infecciones, como las bucodentales, que también pueden causar neumonía, por lo que no solo es necesario lavarse las manos, sino también una buena higiene dental. También, es importante alejar a nuestros mayores de otros enfermos potencialmente contagiosos.
CUIDADO CON EL TABACO: El hábito tabáquico aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad respiratoria. Además, los compuestos tóxicos y la nicotina pueden limitar la capacidad de los pulmones para curarse.
TENGA UN CUIDADOR/CUIDADORA EN CASA: Muchas veces no tenemos el tiempo suficiente para cuidar de nuestros mayores o de algún familiar lejano. Por eso, un cuidador a domicilio hará que se cumplan todas estas recomendaciones y evitar situaciones peligrosas, así como ayudar en el día a día de nuestro familiar. Por eso en Yeyehelp ofrecemos los cuidados de personas mayores según las necesidades de cada persona.