La responsabilidad de cubrir los gastos de manutención de los cuidadores internos recae en la familia que contrata el servicio.
Los cuidadores pueden cocinar tanto para la persona a la que cuidan como para sí mismos. Sin embargo, la familia debe proporcionar los alimentos y recursos necesarios para la alimentación del cuidador.
Es importante tener en cuenta que la familia puede deducir los costos de manutención y alojamiento del salario del cuidador, pero nunca debe superar el 30% del salario total y siempre debe garantizarse que al menos se pague el Salario Mínimo Interprofesional.